17 abril
Sin duda el triatlón de Elche-Arenales es uno de los mejores que he corrido, así pues no podía haber mejor carrera para empezar la temporada, soltar nervios y recuperar los hábitos de competición antes de Lanzarote.
Llego una semana después del duatlón de Madrid. Una semana en que me notaba cansada, no muerta pero con sensación de no estar tan fuerte como otras semanas. Lo mejor poder correr con nueve compañeros, lo que siempre da un plus de energía y motivación.
Este año la carrera es en domingo, llego directamente el sábado para comer, pasar el control de material, cenar e irme a dormir lo antes posible para estar lo mas descansada que pueda.
NATACIÓN
Yo soy la primera en salir, junto con las chicas de grupos de edad y por detrás de los élite. Luego, en distintos grupos irán saliendo el resto de mis compañeros, a algunos no les veo hasta que ya estoy en cámara de llamadas.
Lo primero es calentar un poco en el agua. Está fresca, pero no demasiado y sobre todo no hay oleaje, está como un plato mientras el sol se va levantando en el horizonte.
Con estas brazadas de calentamiento me noto muy cómoda, por fin parece que el neopreno no me resulta tan agobiante, y tengo buenas sensaciones. Si a eso le unimos que por una vez veo perfectamente las boyas, incluso las intermedias mas pequeñitas, y que el recorrido no me parece tan largo todo apunta a que puedo tener un buen sector.
Preparada ya para la salida, que finalmente se dará con retraso (pendientes de las confirmaciones de Guardia Civil para el circuito de bici), muy tranquila, centrada en hacer una buena natación, sin perder técnica y sin reventarme por intentar hacer un buen crono. Va a ser un ratillo, unos cuarenta minutos que no es nada.
Al fin dan la salida, al principio unos cuantos golpes que incluso me descolocan las gafas. Me recoloco y a nadar. Cojo mi ritmo, alargando la brazada, controlando la respiración y sin llevar el corazón a mil. No me despego de un buen grupo de chicas, llegamos a la primera boya y sigo con ellas. Esto me da mucho ánimo para seguir así. Camino de la segunda boya el grupo se estira y nos empiezan a alcanzar los mas rápidos de los chicos que han salido por detrás. Esto marcha, sigo teniendo pies para seguir, mantengo la brazada y no me obsesiono por acelerar. Tercera boya y rumbo a la playa para la transición. La única pega es que a estas alturas llevo tragada bastante agua, y es que algunos dan pies como si no hubiera un mañana y eso cuando te pilla respirando termina en buche de agua.
10 de abril
Se me estaba resistiendo este año el estreno en duatlón. Quería correr alguno en el inicio de la temporada ya que el año pasado no lo hice y me parecía que me faltaba esa chispa.
Después de unas semanas sintiéndome muy fuerte esta semana me estaba costando, justo ahora que quería hacerlo bien. Aunque tampoco era un objetivo, si quería que fuera un entrenamiento de calidad y un pequeño test de cara a las transiciones en competición. Llegaba después de una primera semana de carga y como digo me notaba un poco cansada, lo mejor tomarme un descanso el sábado y afrontar la carrera con energía pero sin volverme loca.
Este año celebran el veinticinco aniversario de la prueba por lo que hay mas distancias y pruebas infantiles. Nos juntamos una buena representación del equipo, Javi, Ivan, Ruso y yo en el corto y Javi Gil en el sprint.
La mañana amenaza lluvia, de la que por suerte nos libramos pero el frío primaveral nos acompañará en toda la competición.
Los del corto somos los primeros en competir. Arrancan los chicos y dos minutos después las quince chicas que nos hemos inscrito en esta categoría.
Pese al trotecillo de calentamiento y que me he acercado en la bici hasta la Casa de Campo da un poco de pereza competir con este frío. Pero la verdad es que me dura lo que tarda en sonar la bocina. Me he propuesto ir de menos a mas y sin cebarme en el primer sector, que 10 km pueden pasar factura. Al poco de salir , sin hacer locuras, me encuentro en la quinta posición. Como era de esperar Mónica Ayerra sale como un tiro seguida de Susana Sanchez y con un poco mas de distancia Anna Jordens y su compañera Pilar Arias. Con estas dos últimas consigo mantener una distancia, las otras son inalcanzables, pero no me apuro y sigo a mi ritmo. El primer sector es a cuatro vueltas, nos vamos cruzando y puedo ver que Iván va imponiendo un gran ritmo y que Javi y Ruso van juntos también muy bien.
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| Foto: Carlos triatlón |
Yo sigo a lo mío, me he estabilizado y parece que le saco cierta ventaja a la siguiente chica. Por delante Pilar Arias se empieza a descolgar un poco. Pero yo voy a mi carrera, es posible que la alcance en la bici y no me quiero reventar.
Entro en la transición y veo un tiempo de 42' y pico. Yo que pensaba hacerlo en 45' me he ido a mi mejor marca, jeje. Decididamente no tengo arreglo, pero lo cierto he que me he encontrado muy cómoda. Transición rápida, aunque para seguir la tradición de cagarla en la primera carrera salia sin ponerme el casco. Menos mal que me dí cuenta en el pasillo.
La bici es por el circuito exterior de la Casa de Campo al que tendremos que dar dos vueltas, es un recorrido en que se puede sacar una buena media a pesar de la subida a Garabitas. Las primeras pedaladas son un descanso, pero las primeras rampas ya muestran que los diez kilómetros de antes tienen un precio. Así que técnica Lanzarote, plato pequeño y a mover piñones. Ya en el exterior parece que recupero sangre en las piernas y puedo sacar buenos ritmos y bajadas veloces. Lo único malo es el viento que sopla incómodo y el frío que me deja los pies helados y un poco destemplada. Se trata de una competición con drafting permitido, hoy la cabra se ha quedado en casa, pero a mi me da lo mismo ya que voy sola casi todo el recorrido. La segunda vuelta mas o menos lo mismo, con las piernas frías me cuesta subir fuerte y mi media es algo peor de lo esperado, no logro "cazar" a ninguna chica.
Que gran verdad es esa de que el tiempo vuela. Y si encima estás preparando un ironman aún vuela mas. Entre entrenamientos, trabajo, comer y descansar han pasado los meses casi sin enterarme. Y por mas que quería ponerme a escribir no había forma. Así que una vez mas haré un resumen de lo pasado estos meses y propósito de enmienda para el futuro, aunque me temo que esto va a ir a peor ahora que empieza la recta final.
Enero:
Continua el entrenamiento subiendo la carga paso a paso. Por suerte de eso se encarga mi entrenador. Pero este mes, para seguir la linea de los anteriores también tengo una semana "tonta" en la que no termino de cumplir con el entrenamiento.
Me quedaba una semana de vacaciones y decidí huir a tierras mas cálidas. Y conocer la isla de Gran Canaria. Hubo suerte con el tiempo y además de recorrer parte de la isla pude pegarme un chapuzón en el mar y trotar un poco. No era todo lo que debería haber entrenado pero algo es algo. Quiso la casualidad que mi estancia coincidiera con la celebración de la maratón y media maratón de Gran Canaria 2016, por lo que no pude resistirme a participar. Aunque me hacía ojitos la maratón se impuso la cordura y pensando en el futuro me decidí por la media.
Con la salida conjunta de las dos distancias junto al auditorio Alfredo Krauss de Las Palmas, dió comienzo un bonito recorrido que nos llevaría por las partes mas emblemáticas de la capital canariona. Trazado muy llano en el que la dureza la pondrían el viento y la humedad.
Una excelente organización y un gran ambiente en todo el recorrido con numerosas charangas, en plena preparación del carnaval, y grupos de folclore canario.
Muchos avituallamientos muy bien surtidos y puestos con esponjas mojadas, muy de agradecer. La entrada en meta, alfombrada y con gradas a los lados rebosantes de público ponían el toque de emoción.
En cuanto a mi participación salí fuerte, demasiado. Con un inicio bastante multitudinario que obligaba a hacer cambios de ritmo para ir buscando hueco. La primera parte a ritmo de mi mejor tiempo, pero al dirigirnos hacia la costa empezó a afectarme la mezcla de calor y humedad y acusé el ritmo inicial. Unos kilómetros de sufrimiento, pensando que era un gran entrenamiento para lo que me espera en Lanzarote. Y en el final conseguí rehacerme un poco. Los dos últimos kilómetros por el paseo de la playa de las Canteras me vieron resurgir y apretar para arañar todo lo posible al crono, que terminé parando en 1h34'50" lo que me sitúa en la decimoséptima posición de la general y tercera de mi categoría.
